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EL BLINDAJE DE LOS ACORAZADOS
Para comprender mejor lo que significaba el blindaje en un acorazado, aquí tenemos una comparativa entre los acorazados más relevantes, que abarca desde el DREADNOUGHT al MONTANA. Los esquemas presentan un semi corte transversal de cada nave con las cubiertas y los grosores del blindaje en cada zona.
El famoso DREADNOUGHT fue un acorazado único en su armamento y
sistema propulsor, aunque no tanto en su protección, ya que la batería quedaba
completamente desprotegida. La protección subacuática estaba confiada al doble fondo y a
un mamparo vertical no blindado que protegía calderas y máquinas. La falta de mamparo
acorazado subacuático era una característica de las naves "pre-Dreadnought" y
de los primeros monocalibres, por ello no era raro que se hundieran rápidamente tras un
impacto de torpedo o mina.
Los VIRIBUS UNITIS austriacos fueron mejor blindados. Su obra muerta
era una verdadera "caja acorazada" con la batería protegida por 180 mm. 2
mamparos verticales de 25 mm cada uno protegían de las explosiones subacuáticas, aunque
uno de ellos estaba demasiado "pegado" al caso y siempre hubiera sido mejor uno
solo de 50 mm bien alejado de él.
Los KÖNIG alemanes fueron naves formidablemente blindadas para su
época y los acorazado mejor protegidos presentes en la batalla de Jutlandia. Su
protección subacuática era la mejor de su tiempo con un doble fondo, un mamparo vertical
deformable que descargaría parte del impacto y detrás de él otro mamparo acorazado de
40 mm que protegía a calderas y máquinas. Muy notable su cubierta protectora de 60 mm,
con la parte inclinada de un espesor de nada menos que 100 mm y la cubierta superior con
30 mm. La coraza, de 350 mm, era la más poderosa de la época. El sistema de protección
de estas naves era prácticamente invulnerable, como se demostró en Jutlandia, donde
estas naves fueron repetidamente alcanzadas, absorbiendo su extraordinario blindaje los
impactos y reduciendo los daños. Su característica más notable, aparte del espesor de
la cintura acorazada y de la batería era la parte inclinada de la cubierta protectora,
que los ingenieros germanos blindaron con planchas de 100 mm, lo que hacía casi imposible
que un impacto directo llegara a las salas de propulsión. El concepto alemán era el de
crear una caja acorazada que protegiera, con los máximos espesores posibles la mayor
superficie de la nave. De hecho, si comparas su esquema con el del BISMARCK más abajo
verás que tal concepto aún seguía vigente más de 20 años después para los ingenieros
alemanes, ya la verdad es que viendo lo ocurrido con los acorazados alemanes durante la I
GM (prácticamente invulnerables al fuego enemigo y con el BISMARCK, autohundido tras dos
horas de cañoneo, está claro que era un concepto perfectamente válido y eficaz.
Los QUEEN ELIZABETH británicos fueron los acorazados más veloces y
mejor armados de toda la I GM, pero sin embargo no fueron los mejor protegidos. Aunque
fueron los mejor blindados de todos los acorazados británicos de este período. El
concepto británico era similar al alemán, pero los ingleses preferían blindar más
zonas, en concreto más cubiertas, con lo que el espesor unitario se reducía. Ridícula
era la cubierta protectora con sólo 25 mm de grosor y además observa que el mamparo
vertical subacuático tiene sólo 25 mm y encima es el más próximo al casco, lo que le
restaría eficacia en caso de impacto al no tener ninguno delante que amortiguara la
explosión. Fueron naves magníficas, pero con una protección más racionalizada aún lo
hubieran sido más
Los ISE nipones seguían el sistema británico, aunque con mayor
espesor. Observa que los mamparos verticales subacuáticos no estaban acorazados. Un
gravísimo error. Muy notable la protección de la batería con 200 mm, aunque la cubierta
protectora, con tan sólo 38 mm de blindaje es demasiado débil.
El ISE tras su reconstrucción 20 años después de su botadura.
Para paliar el defecto anteriormente expuesto de la falta de protección subacuática se
añadió al casco original un bulge que ocupaba toda la borda desde la cubierta superior a
la quilla. La parte del bulge que protegía la obra muerta estaba rellena con tubos huecos
de acero y el casco original se forró con 25 mm de blindaje. Pero aún faltaba un buen
mamparo blindado y la cubierta protectora seguía siendo demasiado débil.
Los norteamericanos construyeron sus acorazados monocalibre según el principio de "Todo o nada". Este sistema se basaba en blindar con el máximo espesor posible tan sólo las partes vitales de la nave (todo), confiando la protección de las zonas desprotegidas a una abundante compartimentación y nada más (nada). Así, el ahorro que suponía no blindar la batería y las demás cubiertas podía ser invertido en un mayor grosor de la cintura y la cubierta protectora que alcanzaban así valores muy notables.
Tras la I GM los británicos decidieron probar nuevas soluciones dadas las pérdidas sufridas en la contienda debido a las deficiencias crónicas de sus sistemas de protección. A pesar de tener en su poder los acorazados y cruceros de batalla germanos rendidos y poder estudiar tranquilamente sus sistemas de protección, su chauvinismo les impidió declarar que el sistema germano era el más apropiado y decidieron apostar por el sistema "Todo o nada" que seguían los norteamericanos.
Este sistema "Todo o nada" fue ensayado por los
británicos en sus NELSON de posguerra que fueron los primeros acorazados "35.000
toneladas" (y estos lo fueron de verdad, no como los italianos o los alemanes que
rebasaron la cifra ampliamente). Los Nelson fiaban toda la protección a una estrecha pero
muy gruesa cintura acorazada de 356 mm. y una cubierta protectora de 159 mm. Valores
impresionantes, sin duda. Como vemos, lo que quedaba protegido (todo) en verdad quedaba
muy protegido, pero lo que quedaba sin protección (nada) estaba a merced de un impacto de
un cañón de bajo calibre. Éstos fueron los acorazados con mejor protección
subacuática de su época a base de mamparos y diafragmas. Su cintura acorazada estaba
inclinada hacia la quilla para aumentar el espesor relativo y se encontraba dentro del
casco. Observa la gran cantidad de espacio que queda fuera de la protección, y lo que
podría haber ocurrido si estas naves eran sometidas a un repaso artillero continuado. En
realidad, lo que quedó muy claro es que con sólo 35.000 toneladas de desplazamiento la
protección para un acorazado se quedaba muy, muy corta.
Con la clase VITTORIO VENETO los italianos adoptaron la coraza
inclinada hacia dentro para aumentar la resistencia ante los impactos que ya se probara en
los NELSON británicos, sin embargo, la coraza italiana estaba montada en dos bloques de
70 +280 mm separados por una capa de amortiguación, lo que la hacía menos resistente que
si hubiera tenido los 350 mm en un solo bloque. La protección subacuática estaba
confiada a un ingenioso sistema de cilindros y cámaras rellenas de fuel o agua que
descargarían la energía de la explosión ideado por el coronel Pugliese, aunque yo dudo
que fuera tan eficaz como ellos pensaban. Siguiendo en parte el sistema "Todo o
nada" la batería estaba blindada "sólo" con 70 mm. Notable la cubierta
protectora de 100 mm de espesor reforzada por dos cubiertas superiores de inferior
blindaje.
Los acorazados clase BISMARCK son el sinónimo de acorazado por
excelencia. Sin embargo, su blindaje no era el más grueso, como podemos ver. La verdadera
eficacia de su protección residía en su inteligente disposición. Los alemanes no
querían ni oir hablar del sistema "Todo o nada" y preferían blindar todo lo
que era posible. Era muy notable la protección de la batería con 145 mm. Observa el
sistema de mamparos blindados que protegen la nave de arriba a abajo para asegurar la
protección en caso de que la coraza de las bordas fuera traspasada (30 mm) y que
descendía para proteger las instalaciones de la planta motriz contra torpedos (45 mm).
Este mamparo detuvo los torpedos que los Swordfish le lanzaron. El impacto que averió sus
timones se consiguió en la popa, una zona débilmente protegida que resultó ser el
verdadero talón de Aquiles de la nave. La parte más sobresaliente de la protección del
BISMARCK era la cubierta inclinada de 110 mm que enlazaba la parte inferior de la cintura
acorazada con la cubierta protectora e hizo imposible que ningún proyectil británico
pudiera perforar las entrañas de la nave. Además, la gran extensión de la cintura
acorazada de la nave que llegaba a abarcar el 68% de la eslora total, convertía a los
BISMARCK en auténticos fortines de acero. Sin embargo ¿no hubiera sido mejor sumar los
50 mm de la cubierta superior (que en la práctica salvo para frenar metralla de nada más
servían) a la cubierta protectora teniendo así un espesor de 130 mm?. La clase H que
debería haber sido botada tras los BISMARCK aunque no lo fue, era en realidad un
desarrollo agrandado de los BISMARCK con algunas mejoras como reducir el espesor de la
cintura acorazada (300 mm de acero alemán de alta resistencia eran equivalentes a 350 mm
de acero británico) y aumentar la protección de la batería y de la parte inclinada de
la cubierta protectora y una serie de mamparos blindados en la batería.
Los BISMARCK tienen grandes detractores en el público anglosajón (lo cual no es extraño ya que el BISMARCK hundió al Hood y estuvo a punto de hundir también al PRINCE OF WALES en cuestión de minutos). Se suele criticar mucho la disposición de su blindaje (para que al final, tras dos horas de cañoneo, tuvieran que ser los propios alemanes los que lo hundieran). Pero para hacernos una idea de lo que era el BISMARCK hagámonos la siguiente pregunta ¿Cómo hubiera sido el blindaje del BISMARCK de haber aplicado un principio basado en el "Todo o nada"?
En esta interpretación personal de
lo que hubiera sido el blindaje del Bismarck con el sistema "Todo o nada" y
respetando el mismo desplazamiento he ido a la baja en los valores del blindaje. Por lo
que, por ejemplo, el mamparo antitorpedo hubiera podido ser más grueso. No cabe duda del
acierto de los ingenieros alemanes al conseguir "meter" toda esa cantidad de
blindaje en una nave de las dimensiones y el desplazamiento del BISMARCK. Sobran los
comentarios.
La Clase H, la siguiente clase de acorazados germanos que no fue botada, presentaba el mismo esquema de blindaje con algunas mejoras. La cintura acorazada había reducido su espesor a 300 mm y la parte inclinada de la cubierta protectora aumentado hasta 120 mm. La calidad de los blindajes germanos hacía posible que se redujera el espesor de la cintura acorazada y los 120 mm hacían casi imposible que un proyectil de 406 penetrara en los locales de máquinas y calderas. La cubierta protectora aumentó su espesor a 100 mm y el mamparo blindado subacuático no fue alterado aunque la mayor manga de la nave posibilitó un mayor espacio para el bulge interno. Otra mejora fue la introducción de mamparos blindados transversales de 25 mm para frenar la metralla de los proyectiles que estallaran tras perforar la batería. En el capítulo EL ACORAZADO BISMARCK tienes toda la información sobre esta fabulosa nave.
Los DUKE OF YORK británicos, cuyo ejemplar más famoso fue el
PRINCE OF WALES, fueron unas naves formidablemente acorazadas, con unos espesores máximos
muy superiores a los empleados por las demás marinas hasta la fecha. Su esquema se basaba
en el principio "Todo o nada", por lo que la batería quedaba completamente
desprotegida. Sin embargo, a diferencia de los NELSON, la gran altura de la cintura
acorazada supuso que la cubierta protectora se situara una cubierta por encima,
protegiendo mucho más espacio. Su protección subacuática resistió honorablemente la
saturación de torpedos japoneses que lo hundieron. Sin embargo, en la mente de todos
siempre quedará el recuerdo de su duelo con el BISMARCK, cuando alcanzado por las salvas
germanas fue averiado y tuvo que batirse en retirada, por lo que parece que tan formidable
blindaje no sirvió de mucho. En ello tuvo que ver el empeño de sus diseñadores por, por
ejemplo, blindar el puente de mando con tan sólo 76 mm, fiando más a la
compartimentación (¿de que sirven los compartimientos cuando llueven proyectiles de 381
mm.?) que a un buen blindaje de gran grosor.
La monstruosa clase YAMATO fue la clase de acorazados mejor armados
y protegidos de la toda Historia, y por ello fueron los mejores de todos ellos (Ver el
capítulo CUÁL FUE EL MEJOR ACORAZADO DE LA
II GM ). En ellos se siguió el principio de "Todo o nada". Su coraza
vertical ¡de 410 mm! estaba inclinada hacia dentro y de ella caía también inclinado un
mamparo de 200 mm que protegía de las explosiones subacuáticas. Un bulge protegía a su
vez el mamparo para absorber parte de la energía de la explosión. La cubierta protectora
era de 230-200 mm. La más formidable jamás instalada a bordo de una nave. La batería
sólo tenía 25 mm de protección y tras ella se abrían dos cubiertas, pero el gran
grosor de la cubierta protectora parecía compensarlo en teoría. La única pega visible
en tan formidable esquema era el escaso desarrollo del bulge antitorpedo que debería
haber dejado mayor espacio entre el casco y el mamparo blindado. Estas dos naves, hundidas
por aviones embarcados de la US Navy, eran prácticamente invulnerables al fuego
artillero, por lo que los norteamericanos ordenaron a sus acorazados rehuír el combate
con ellos. Para destruirlos, oleadas de aviones embarcados estadounidenses saturaron de
bombas y torpedos las naves, aunque no consiguieron afectar a sus sistemas vitales. Ambas
naves fueron hundidas porque la saturación de torpedos destrozó sus cascos allí donde
no estaban blindados, en la zona de las amuras, provocando tremendas inundaciones que
hicieron zozobrar a estos monstruos con las máquinas y el armamento principal intactos.
El fin de estas dos fabulosas naves simboliza mejor que ningún otro hecho el fin del
acorazado como Capital Ship o nave principal de batalla.
La clase IOWA norteamericana tenía un sistema de protección
también basado en el sistema "Todo o nada". El espesor de la coraza,
inclinada hacia dentro, era de 329 mm y de ella caía un mamparo acorazado de 220 mm
protegido por un bulge que formaba parte integrada de la estructura del casco. La cubierta
protectora era de 121 mm y el fondo que protegía la planta motriz era triple. Al igual
que en el YAMATO, se colocó una protección interior en la batería de 25 mm. a su vez
protegida por el forro del casco que tenía 16 mm en la batería y 38 en flotación. Es
importante decir que los verdaderos valores de la protección de estas naves
norteamericanas aún no están plenamente confirmados, ya que al haber estado en servicio
hasta hace poco tiempo hay todavía varias interpretaciones. Pero su principal defecto
estaba claro: la cintura acorazada era demasiado interna respecto al casco, lo que dejaba
una gran parte del casco desprotegida y expuesta a los efectos de la artillería. Los
ingenieros norteamericanos aseguraron que era el mejor sistema...
...Por eso sorprende entonces que en la siguiente clase proyectada aunque no botada, la clase MONTANA, se diseñara una coraza y bulge externos, exactamente igual que los YAMATO. Y es que este esquema de protección es el mejor. Es obvio que la coraza externa es mucho más fácil de mantener que la interna y además protege todo el casco como un bloque. Lo cierto es que cuanto más externa fuera la coraza más protegía y menos daños estructurales sufría la nave por mucha compartimentación que tuviera. Lo más destacado de su sistema era el doble cinturón acorazado con la cintura acorazada propiamente dicha y un segundo cinturón que, separado, partía de la mitad del anterior y bajaba inclinado hasta el doble fondo, formando así el mamparo antitorpedo y reforzando a la vez el cinturón acorazado. Todo un refinamiento. El espacio entre la cintura y el mamparo no estaba cerrado con una cubierta blindada, por lo que si un torpedo impactaba la onda expansiva chocaría contra el mamparo y subiría descargándose hacia arriba. El esquema de protección de estas naves era el definitivo, gracias a la perfecta relación entre la protección vertical, la horizontal y la subacuática.
Y para terminar, el sistema teórico que he diseñado para mi acorazado (ver MI ACORAZADO).
Protección vertical que consta de la cintura acorazada de 355 mm, inclinada hacia dentro para aumentar la resistencia, y la batería, protegida con planchas de 100 mm. Esta protección se extiende desde los extremos de las torres externas y protege las zonas vitales de la nave.
Protección horizontal o cubiertas acorazadas, la cubierta exterior está blindada ligeramente (35 mm) para romper el proyectil y fragmentarlo antes de que alcance a la cubierta protectora (130 mm) que forma ángulo con la cintura acorazada. Por último, otra cubierta protege a las salas de calderas, máquinas y pañoles de munición (35 mm) de la metralla.
Protección subacuática contra torpedos y minas. En este caso, he diseñado una protección muy personal basándome en el principio de doble cinturón de los MONTANA y añadiendo una serie de mamparos horizontales cuya función es absorber la onda expansiva de la explosión e impedir que en caso de escora de la nave el agua inunde las cubiertas superiores.Un casco doble reforzado y dos mamparos deformables, junto al mamparo blindado de 125 mm. y otro mamparo deformable que forma la pared externa de las salas de propulsión son suficientes para asegurar la supervivencia de la nave en caso de impacto de torpedos europeos y norteamericanos. Los daños que producirían las "largas lanzas" japonesas de 610 mm ya son otra historia, pero es evidente que con dos o tres torpedos encajados no se iría a pique, ya que el sistema forma una serie de compartimientos estancos que pueden ser llenados de fuel o agua y reducen la onda expansiva de la explosión, limitando los daños antes de que ésta alcance al mamparo acorazado. Además, un mamparo cuádruple reforzado divide los locales de propulsión de babor y estribor. Toda la obra viva tiene un doble fondo continuo, además, en esta nave, un triple fondo protege a las salas de máquinas y calderas. Es evidente que cuanto más alejado esté el mamparo acorazado de la borda mayor espacio libre hay para aprovecharlo con mamparos deformables y compartimientos, pero esto obliga a que la cintura acorazada quede dentro del casco como en el caso de los IOWA, por lo que una parte de éste queda fuera de la protección. El sistema de doble cinturón solventa ese problema y la parte del casco sin protección es mínima, y en caso de quedar inundada no supondría ningún peligro para la nave. Esta protección es, a mi juicio, la mejor que podría haber tenido una nave, con una protección subacuática muy cuidada para prevenir los torpedos, minas o disparos cortos, aunque si tuviera un bulge externo ya sería casi perfecta.
Tomando como valores relativos los espesores de las zonas acorazadas de la sección transversal de un acorazado y teniendo en cuenta la longitud de la zona más densamente protegida (la que se halla entre las torres extremas de una nave) y sumamos esos valores tenemos esta tabla:
YAMATO | IOWA |
ARES | V. VENETO | BISMARCK |
883 |
816 |
780 |
692 |
670 |
No es un procedimiento milimétricamente exacto, sino aproximativo cuyos resultados coinciden plenamente con la relación más generalmente aceptada. La diferencia entre el ARES y el IOWA es de 36 puntos sobre más de 800 aún a pesar de que mi nave tiene mayores espesores relativos tanto en el cinturón acorazado como en la cubierta protectora. ¿Por qué? Porque al tener el IOWA la protección tan interna se tuvo que blindar las bordas con planchas ligeras de 16 y 38 mm para evitar que la metralla convirtiera estas naves en un colador, además se blindaron otras zonas como la parte inferior de la cubierta protectora. Yo prefiero una cubierta lo más gruesa posible a dos blindajes de 13 y 16 mm que en realidad no sirven para nada y que añadidos a la cubierta protectora serían 29 mm más de acero.
Como hemos visto, la disposición del blindaje en los acorazados siguió dos grandes corrientes: la Clásica y la "Todo o nada". La Clásica tuvo sus más firmes defensores en los proyectistas alemanes cuyas naves, tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, demostraron una resistencia excepcional. Los norteamericanos apostaron desde el principio por el Todo o nada, con grandes espesores de blindaje. El mayor problema del Todo o nada era que al estar el blindaje concentrado en la cintura acorazada y la cubierta protectora toda la batería quedaba completamente desprotegida en unas naves con gran francobordo. El problema se solucionó subiendo la cubierta protectora para que el bloque acorazado cubriera la mayor parte posible del casco. Los acorazados mejor protegidos de la Historia fueron los YAMATO por el grosor de sus corazas y su afortunado diseño